CONDUCTA SOCIAL Y COMUNICACIÓN
Los perros tienen una excepcional capacidad de comunicación, tanto entre sus congéneres como con los humanos; la base de su expresividad se encuentran en el lenguaje de los lobos y, a pesar de tantos siglos de cría selectiva, aun siguen utilizando formas muy similares de comunicación.
Principalmente utilizan señales visuales, auditivas y olfativas directas, que en muchos casos son similares a las que nosotros mismos utilizamos. Son una excelente mascota ya que nos ven como si formásemos parte de su familia y son también grandes captadores de nuestros estados de ánimo, actitudes e intenciones. Es por ello necesario conocer sus movimientos y gestos para llegar a comprender lo que siente y quiere nuestra mascota y para saber como decirle lo que nosotros esperamos de su comportamiento.
LAS SEÑALES VISUALES son una de las principales formas de comunicación,
Los perros tienen una excepcional capacidad de comunicación, tanto entre sus congéneres como con los humanos; la base de su expresividad se encuentran en el lenguaje de los lobos y, a pesar de tantos siglos de cría selectiva, aun siguen utilizando formas muy similares de comunicación.
Principalmente utilizan señales visuales, auditivas y olfativas directas, que en muchos casos son similares a las que nosotros mismos utilizamos. Son una excelente mascota ya que nos ven como si formásemos parte de su familia y son también grandes captadores de nuestros estados de ánimo, actitudes e intenciones. Es por ello necesario conocer sus movimientos y gestos para llegar a comprender lo que siente y quiere nuestra mascota y para saber como decirle lo que nosotros esperamos de su comportamiento.
LAS SEÑALES VISUALES son una de las principales formas de comunicación,
el perro usa todo su cuerpo para comunicarse; manifestar su rango social, su personalidad y su estado  emocional.
Lo hace básicamente a través de la cabeza, cuerpo, patas y cola, por eso cuando estos animales tienen recortadas las orejas y el rabo pueden sufrir dificultades de comunicación.
Nuestra mascota, y lo comprobamos día a día, tiene también expresiones faciales de tristeza o alegría, de entusiasmo o de miedo. Pero utiliza además el movimiento y posición de sus orejas como fuente valiosa de información; si las levanta hacia delante muestra gran atención e interés, cuando las mantiene erguidas y ladea la cabeza manifiesta curiosidad. Fuera de estos contextos mantener las orejas levantadas es una señal de dominio y si además arruga el morro y enseña los dientes denota agresividad.
Cuando las hecha hacia atrás significa que el perro siente temor o muestra sumisión. Como en el caso anterior, si además arruga el morro y muestra los dientes, se convierte en una muestra de agresividad.
Sus ojos nos dicen también muchas cosas, como los humanos; una mirada directa y fija refleja seguridad y autoridad, en muchos casos dominio entre la jauría. Una mirada baja o desviada manifiesta una actitud sumisa y si además tiene las orejas y las comisuras de la boca hacia atrás es una clara muestra de sumisión.
Si abre mucho los ojos y tiene las pupilas dilatadas puede expresar temor o expectación.
La lengua y el hocico de nuestra mascota son muy importantes; cuando nos lamen (y a todos nos sucede a menudo) nos demuestran subordinación, si lo hacen rápidamente nos saludan con alegría. Cuando se acercan y nos tocan con su hocico pretenden lograr nuestra atención. Cuando el perro se encuentra en un estado extremo, en el que tiene miedo y también demuestra agresividad, se crean expresiones intermedias de conflicto.
Suele darse una confusión comunicativa cuando el perro tiene mucho pelo O las orejas ciadas, ya que es difícil apreciar todas sus expresiones.

Con las patas, el torso y la cola demuestran su clara personalidad, se imponen o se subordinan, y se comunican con nosotros. Los indicadores de sumisión generalmente son: levantar una pata delantera, agacharse, mantener la cola baja e incluso entre las patas y
Lo hace básicamente a través de la cabeza, cuerpo, patas y cola, por eso cuando estos animales tienen recortadas las orejas y el rabo pueden sufrir dificultades de comunicación.
Nuestra mascota, y lo comprobamos día a día, tiene también expresiones faciales de tristeza o alegría, de entusiasmo o de miedo. Pero utiliza además el movimiento y posición de sus orejas como fuente valiosa de información; si las levanta hacia delante muestra gran atención e interés, cuando las mantiene erguidas y ladea la cabeza manifiesta curiosidad. Fuera de estos contextos mantener las orejas levantadas es una señal de dominio y si además arruga el morro y enseña los dientes denota agresividad.
Cuando las hecha hacia atrás significa que el perro siente temor o muestra sumisión. Como en el caso anterior, si además arruga el morro y muestra los dientes, se convierte en una muestra de agresividad.
Sus ojos nos dicen también muchas cosas, como los humanos; una mirada directa y fija refleja seguridad y autoridad, en muchos casos dominio entre la jauría. Una mirada baja o desviada manifiesta una actitud sumisa y si además tiene las orejas y las comisuras de la boca hacia atrás es una clara muestra de sumisión.
Si abre mucho los ojos y tiene las pupilas dilatadas puede expresar temor o expectación.
La lengua y el hocico de nuestra mascota son muy importantes; cuando nos lamen (y a todos nos sucede a menudo) nos demuestran subordinación, si lo hacen rápidamente nos saludan con alegría. Cuando se acercan y nos tocan con su hocico pretenden lograr nuestra atención. Cuando el perro se encuentra en un estado extremo, en el que tiene miedo y también demuestra agresividad, se crean expresiones intermedias de conflicto.
Suele darse una confusión comunicativa cuando el perro tiene mucho pelo O las orejas ciadas, ya que es difícil apreciar todas sus expresiones.
Con las patas, el torso y la cola demuestran su clara personalidad, se imponen o se subordinan, y se comunican con nosotros. Los indicadores de sumisión generalmente son: levantar una pata delantera, agacharse, mantener la cola baja e incluso entre las patas y
acostarse sobre el lomo.
Para demostrar seguridad y dominio el perro puede: levantar la cabeza, mantener el cuerpo erguido y tenso, elevar la cola y mantenerla en la vertical.
La excitación de nuestra mascota la reconocemos rápidamente por los movimientos en vaivén de su cola, que pueden variar en rapidez y amplitud según la causa que los provoque.
La agresividad, teniendo muy en cuenta el contexto en el que nuestro perro se comunique, la expresa de forma clara con el gruñido y los gestos faciales que hemos visto anteriormente. El pelo erizado, es también un signo de agresividad.
Cuando nos encontramos con un perro que tiene recortada la cola moverá la totalidad de su parte posterior para comunicarse. Nuestros amigos utilizan la pata para marcar el territorio después de defecar, rascando el suelo. Al orinar cuanto más alzan la pata, más demuestran su seguridad y dominio.
Y nosotros... ¿Cómo hablamos con nuestra mascota?
Para comunicarnos con nuestra mascota tenemos que estar atentos a lo que nos quiere decir y hacerle entender cómo queremos que se comporte. Por ejemplo, cuando un perro nos ve y nos saluda levantándose y apoyando sus patas delanteras en nuestros hombros quiere manifestar su yo saludarnos dominando la situación.
Cuando pone la cabeza bajo la mano de su propietario es para pedir caricias con sumisión. Es a través de este entendimiento inicial cuando podemos empezar a comunicarnos con nuestra mascota y tranquilizarle cuando esté nervioso o regañarle ante una actitud de desobediencia con tranquilidad, sin mimos, y con un “no” enérgico.
No es conveniente comunicarse con su perro solo retándole o dándole caricias porque puede crear una inestabilidad emocional en su mascota o una conducta agresiva. También tiene que tener en cuenta que es un animal social, y que fuera de la jauría, necesita sentirse dentro de una familia o con un compañero.
Jugar con él es una forma magnífica de comunicación que nos permitirá ir enseñándole las conductas más deseables, ayudándonos a prevenir así los problemas de conducta. Si su perro mordisquea los objetos debe acostumbrarle a que no lo haga y felicitarle cuando solo muerda sus juguetes de goma dura o cuero (preparados para este uso).
Si conseguimos entender a nuestra mascota nos será muy fácil hacernos entender y ofrecerle el cuidado, atención y cariño que sabemos que se merece.
Señales acústicas
Los perros se comunican con los de su especie de forma algo diferente a como lo hacen con los humanos. Por ejemplo, depende del contexto en el que nuestro perro ladre de forma continuada, el significado de lo que nos quiere decir variará en matices, Somos nosotros quienes tenemos que tener el conocimiento suficiente de las bases de su comunicación y carácter, para así determinar sus necesidades.
Nuestra mascota usa de forma común varias señales acústicas para comunicarse con nosotros; el ladrido, el gruñido, el graznido y el aullido. Estos sonidos pueden alertarnos en muchas ocasiones y somos nosotros los que hemos de interpretarlos de la forma adecuada; pueden avisarnos de peligro, del estado del animal, de una posible enfermedad e incluso de un comportamiento no adecuado que intentaremos modificar.
Es muy importante conocer a fondo estas señales desde que el perro es un cachorro, ya que así conseguiremos una buena comunicación y la posibilidad de un adiestramiento más efectivo.
La falta de comunicación con nuestra mascota podría acarrearle trastornos de conducta, ansiedad y convertir la convivencia en un problema.

Ladridos
Ha sido siempre, desde los orígenes lobeznos de esta especie, la forma de comunicación más usada de los perros. Su función era de la de poder alertar de algún peligro, ya que su sonoridad es muy alta y su uso como señal de alarma es muy efectivo. Pero en la comunicación animal con el hombre sirve para muchas más funciones; la de llamar la atención sobre algo, un síntoma de alegría o irritación, etc...
Muchos expertos aseguran que la variedad de ladridos constituye un pequeño lenguaje codificados entre los perros. Por supuesto no todos los perros ladran de la misma forma; su sonido e intensidad depende de la raza, el tamaño, la edad y de las características físicas propias del individuo. Aún así los humanos podemos hacer una distinción significativa entre varios tipos.
·Ladridos muy largos sin interrupción y con grandes espacios de tiempo; es un reclamo del animal para buscar la compañía de su dueño, o la atención sobre algún aspecto en particular; una pelota de juego o algún elemento de distracción. Muchas veces el significado también apunta a que el perro busca compañía o caricias.
·Ladridos continuos y rápidos: cuando la señal sea continua y rápida, con un tono medio, no excesivamente alto, significa que ha entrado algún desconocido en el territorio del perro y demuestra su nerviosísmo.
·Ladridos continuos en tono bajo; significa que el perro está en guardia para defenderse de algún extraño.
·Series de ladridos constantes y en tono alto sin mostrar agresividad demuestran un estado de infelicidad en nuestro perro y es su forma de pedirnos más atención. Pero cuidado, si prestamos atención mientras está ladrando, puede entender el ladrido como reclamo para nuestras caricias. Siempre es mucho mejor esperar a que se calme y después dedicarle todo tipo de mimos.
La forma de saludo acústica más común es la de emitir dos o tres ladridos agudos y cortos. Es su forma de bienvenida, que normalmente viene acompañada de un movimiento de cola muy rápido. Así el animal se muestra excitado y alegre.
Pero cuando emite un ladrido agudo, en tono bajo y corto normalmente significa una queja, es decir, que el perro se siente molesto ante alguna situación, cuando se siente alegre ante una circunstancia en concreto el ladrido será también corto pero en tomo muy alto.
Gruñidos, gemidos y aullidos
Son otros de los sonidos que pueden emitir; el aullido es la forma vocal de unión con sus raíces lobeznas; es un sonido continuo y de fuerte sonoridad, cuya duración es de uno a once segundos. Su significado original es el de una llamada a gran distancia. En el caso de nuestras mascotas, suelen aullar para llamarnos cuando se sienten solas. En ocasiones, el aullido también puede aparecer como respuesta a ciertos ruidos del entorno, como pueden ser las sirenas de los vehículos de emergencia.
Los gemidos son muy comunes entre los cachorros, es su forma de pedir las cosas, mientras que si gimen en edad adulta suelen manifestar dolor, miedo o malestar. Siempre dependerá del resto de indicios corporales que se pongan en juego; ojos, orejas y cola tienen mucho que decir en la comunicación animal. Los gruñidos son una de las señales de agresividad, excepto cuando se producen durante el juego, normalmente indican que el animal está muy nervioso y puede llegar a atacar. Con el gruñido nuestro perro nos comunica normalmente advertencia o amenaza, siempre que el resto del cuerpo este tenso (ya que a veces no tiene porque resultar indicador claro de agresividad). Es común también que gruñan cuando alguna parte del cuerpo le duele y se la tocan, en esta circunstancia se utiliza también el gañido: una vocalización aguda que muestra igualmente un cambio emocional brusco (un susto de un cachorro o un fuerte disturbio emocional).
La mejor forma de poder conocer a nuestra mascota es observar sus reacciones ante los impulsos que recibe. Si la prestamos atención con cariño y la ofrecemos un cuidado continuo aprenderemos cuales son sus particulares formas comunicativas de pedir, destacar, agradecer o recibir.
Son otros de los sonidos que pueden emitir; el aullido es la forma vocal de unión con sus raíces lobeznas; es un sonido continuo y de fuerte sonoridad, cuya duración es de uno a once segundos. Su significado original es el de una llamada a gran distancia. En el caso de nuestras mascotas, suelen aullar para llamarnos cuando se sienten solas. En ocasiones, el aullido también puede aparecer como respuesta a ciertos ruidos del entorno, como pueden ser las sirenas de los vehículos de emergencia.
Los gemidos son muy comunes entre los cachorros, es su forma de pedir las cosas, mientras que si gimen en edad adulta suelen manifestar dolor, miedo o malestar. Siempre dependerá del resto de indicios corporales que se pongan en juego; ojos, orejas y cola tienen mucho que decir en la comunicación animal. Los gruñidos son una de las señales de agresividad, excepto cuando se producen durante el juego, normalmente indican que el animal está muy nervioso y puede llegar a atacar. Con el gruñido nuestro perro nos comunica normalmente advertencia o amenaza, siempre que el resto del cuerpo este tenso (ya que a veces no tiene porque resultar indicador claro de agresividad). Es común también que gruñan cuando alguna parte del cuerpo le duele y se la tocan, en esta circunstancia se utiliza también el gañido: una vocalización aguda que muestra igualmente un cambio emocional brusco (un susto de un cachorro o un fuerte disturbio emocional).
La mejor forma de poder conocer a nuestra mascota es observar sus reacciones ante los impulsos que recibe. Si la prestamos atención con cariño y la ofrecemos un cuidado continuo aprenderemos cuales son sus particulares formas comunicativas de pedir, destacar, agradecer o recibir.
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